miércoles, 16 de enero de 2013

LA CUOTA


Otro miércoles de suerte. Esta semana voy a compartir otro truquillo contigo para conseguir tus objetivos

A estas alturas de mes ya tienen que estar flaqueando esos propósitos que te marcaste para el nuevo año. No te preocupes, es lo más normal del mundo.

Siempre tienes ese runrún en la cabeza de cosas que te gustaría conseguir y que sabes que dependen de ti. Cosas para las que hace falta un poco de dedicación pero al final, por H o por B (expresión que nunca entenderé) aún no te has podido poner. En los momentos de euforia de nochevieja (entre el vino y el cava de la cena) sale ese superhéroe que lo puede todo y prometes (y te prometes) que de este año no pasa. Pero luego llegan otra vez las haches y las bes.

El año pasado vimos que si los propósitos son SMART, es más fácil cumplirlos. Así que este año te doy la herramienta definitiva para conseguirlos: LA CUOTA.

LA CUOTA

Herramienta para conseguir tus objetivos.


REQUISITOS MÍNIMOS

Tener un objetivo.
Tener poca o muy poco fuerza de voluntad.

FUNCIONAMIENTO

1. Cuantifica el objetivo

Para empezar necesitarás cuantificar el objetivo. Ponerlo en números. Esto hará que sea más fácil medir la progresión y sobre todo, es clave para la cuota. Por ejemplo:

- “Voy a salir a correr”: ¿Cuántas veces sería lo ideal para ti?¿3 veces a la semana?

- “No voy a comer tantos bollos”: ¿Cuál es el máximo de bollos a la semana? ¿Uno? ¿Ninguno?

- “Voy a dejar de fumar”:  Pues eso, 0 cigarros.

He cogido los típicos ejemplos (deporte, dieta y tabaco) pero también vale para casi cualquier otro propósito. Y si no se te ocurre ninguno, te propongo que practiques con gastar menos dinero.

En este punto es importante ir con cuidado con el efecto péndulo. La tendencia es que quieras compensar todo lo que has hecho o no has hecho hasta ahora. Por ejemplo, no has corrido en toda tu vida y te propones salir 6 días en semana. Como ya vimos, por mucho que bebas hoy, no te puedes emborrachar ayer. Así que no se trata de compensar sino de marcar algo que sea lógico.


2. Marca dónde estás

Igual que hacía tu mamá en la puerta de tu cuarto, ahora tienes que marcar en que punto estás respecto al objetivo para ver cómo vas creciendo. Ej:

- “No corro nunca.”
- “Todos los días meriendo bollicaos.”
- “Fumo 10 cigarros al día.”
- “Gasto 140€ a la semana (sin contar alquiler).”


3. Fija tu cuota

Una vez tienes claro lo que quieres conseguir y dónde estás, hay que marcar el camino. Ha llegado el momento de LA CUOTA.

La idea no es que intentes conseguir el objetivo desde el primer día, sino que marques un miniobjetivo para la primera semana. Correr dos días 20minutos; merendar una fruta un día a la semana; fumar 8 cigarros al día o gastar 133€ a la semana.

Como ves, son objetivos muy pequeñitos que siguen más cerca del punto de partida que de tu objetivo. La idea es que te cueste tan poco que no puedas decir que no. La semana siguiente te podrás fijar un objetivo un poco más ambicioso. Correr dos días 30minutos, merendar fruta dos veces, fumar 6 cigarrillos o gastar 126€ semanales.

La clave para que la cuota funcione es que sea semanal pero que la sigas día a día. Y en el siguiente punto veremos porqué.


4. Compensa la cuota

Como te he dicho, la cuota debe ser semanal. Para no liarte demasiado me quedo solo con el ejemplo de ahorrar (muy de moda en estos tiempos). Pero obviamente, es aplicable a cualquiera de ellos.

Bien, hemos dicho que querías ahorrar y has visto que hasta ahora estabas gastando 140€/semana (o sea 20€/día). Pongamos que quieres llegar a gastar la mitad y guardarte el resto para una mariscada. La cuota para la primera semana era de 133€ (19€ al día) ahorrando la fabulosa cantidad de 7€!

Tienes 19€ al día así que vas con cuidado y te adaptas lunes y martes. El miércoles, como es un día de suerte, solo gastas 17€ así que guardas 2€ en la saca. Cuando llega el jueves ves que hay menú especial en el restaurante y te cuesta 21€… ¡pero no pasa nada porque tenías 2 ahorrados!



La magia de LA CUOTA es que puedes compensarla durante la semana. Esto hace que si hay un día con circunstancias especiales, aún tienes toda la semana para compensarlo. De hecho, lo que suele pasar es que, como el objetivo es muy pequeño, muchas veces haces un poco de más para tener margen. Te ahorras un cigarro más al día por si el sábado sales. Y la experiencia me dice que al final de semana, la saca está más llena.

Es cierto que los pasitos son pequeños. Y puede que pienses que para hacer esto no vale la pena. Mi experiencia me dice que estos miniobjetivos son tan fáciles de conseguir que no necesitan ninguna fuerza de voluntad y, aunque al final te quedes en el primer paso, ya habrás mejorado un poco. Y cuando llegue año nuevo podrás decir: “solo he ahorrado 7€ a la semana, ¡pero ahora tengo 365€ para una mariscada!”

Y yo te diré: ¡Pues a ver si me invitas o te los gastas en coaching!

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