El trabajo (II)

Hace dos semanas llegamos a la conclusión de que puesto que el trabajo es necesario (ya que es el medio para producir los bienes y servicios que cubrirán nuestras necesidades y caprichos) y puesto que queremos (y debemos) ocupar el tiempo de nuestra vida en algo que nos llene; la solución pasa por buscar un trabajo (ocupación) que nos llene.

Nuestra cultura nos ha enseñado desde niños a pensar “qué queremos ser de mayores” proyectándonos en profesiones conocidas. Así pues, es normal que un “niño” quiera ser astronauta, futbolista, abogado…

Con esa fijación en mente, empezamos a andar por el camino de la vida y vamos eligiendo entre las opciones que se nos plantean (dejar de estudiar, hacer un ciclo formativo, hacer bachillerato, luego carrera, master…) y vamos decidiendo motivados por lo que nos gusta (o en el peor de los casos, por lo que se espera de nosotros). Con un poco de suerte, somos conscientes de esas decisiones y las tomamos según lo que nos “gusta” o motiva en ese momento. Así pues, en mi caso elegí el bachillerato social, después ADE por que lo que más me gustó fue la economía, después marketing (que era lo que más me había gustado de la carrera) y luego entré en una multinacional que era lo que me apetecía en ese momento.Durante todo el proceso fui eligiendo lo que más me apetecía, por tanto, parece lógico que al llegar a la multinacional estuviera contento. Sin embargo, me di cuenta de que no era así sinó todo lo contrario.

Entonces me di cuenta de que la vida es como un río que nos lleva con su corriente y que aunque puedas elegir caminos, siempre estarás dentro del mismo río. Así que de vez en cuando tendríamos que salir del agua y hacer una reflexión de dónde queremos ir.

En este sentido, y volviendo al trabajo, voy a proponeros cambiar la forma de hacer las cosas. Este sistema, mucho más desarrollado, mejorado, etc… Es el que se usa al hacer coaching (disciplina en la que me quiero adentrar). Sin embargo, soy completamente lego en la materia por lo que os pediría que os quedaseis con la idea y acudáis a un profesional si queréis llevarla a cabo.

Dicho esto, os propongo que penséis y anotéis en un papel TODAS las cosas que os gusta hacer o que os hacen sentir bien. Cuando digo todas, no me refiero solo al ámbito laboral, sino en general, cualquier cosa. Una vez estén escritas, os propongo que las ordenéis según lo importantes e imprescindibles que son para vosotros. Con esto tendremos la lista de CARACTERÍSTICAS QUE TENDRÍA QUE TENER NUESTRO PUESTO DE TRABAJO.

Una vez hecha esta lista, haced un cuadro en el que la lista sea la primera columna y que cada columna adicional sea una profesión. Os invito a que pongáis cuantas profesiones os pasen por la cabeza y comprobéis cuantas de las CARACTERÍSTICAS cumplen. Tomad todo el tiempo (días, semanas, años jaja) que os sea necesario. Entonces os daréis cuenta de que hay muchas profesiones que las cumplen y que ni siquiera os habíais planteado. Ordenad según vuestra preferencia estas profesiones y ¡a por ellas! (Otro día hablaremos de cómo conseguir el trabajo de nuestros sueños).

Ante esto, Oyassumi plantea dos cuestiones:

1.       Hay interesas, aficiones, motivaciones que no se corresponden con ningún trabajo.

2.       Hay trabajos que por su propia naturaleza no pueden servir para la autorrealización.

A la primera le voy a responder con algo que me enseñó una amiga del desierto: Si al hacer la lista ves que ninguna de las profesiones cumple suficientes requisitos, crea tu propia profesión. Está claro que es mucho más fácil de decir que de hacer. Pero aún así os invito a reflexionar y a buscar la forma de darle valor a lo que hacéis para que otra persona esté dispuesta a pagaros por ello.

A la segunda responderé con una reflexión propia. Tiene razón, hay trabajos que es muy difícil que te permitan autorrealizarte. Mi consejo entonces es que elijas otro trabajo. Que busques lo que te llena. Y si por alguna razón, no tienes esa opción te propongo, en primer lugar, que ese trabajo te permita autorrealizarte en el resto de campos (te deje el tiempo para dedicar a lo que te gusta, o te dé las compensaciones que te permitan conseguir lo que quieres). Pero en segundo lugar y mucho más importante. Creo que no solo es importante hacer lo que te gusta sino también SER CAPAZ DE QUE TE GUSTE LO QUE HACES. Y eso supone un cambio de actitud. Supone buscar todas esas cosas buenas que tiene tu trabajo, ver ese lado bueno de la vida y disfrutarlo al máximo. Y de esto ya hablaremos con más calma en otra entrada.

Aquí os lo dejo, listo para trinchar.