15M: el primer paso

Dados los últimos acontecimientos en la Puerta del Sol que espero sean históricos; hoy voy a daros mi visión del movimiento 15M. No voy a halar de política, ni de la reacción de los partidos ni de los medios y tampoco voy a hablar, en medida de lo posible de “el sistema” ni el “anti-sistema”. Voy a hablar solamente del movimiento.

Lo primero que siento es mucho orgullo. Orgullo porque por primera vez la gente está dispuesta a luchar por sus derechos. Pero sentí aún más orgullo por cómo se hizo. Contra todo (mi) pronóstico, la acampada no se convirtió ni en un macro botellón ni en un foco de “disturbios”. Debo dar la enhorabuena porque si hay algo que parece difícil hoy en día es ser “cívico” escondido entre la multitud. Cuando hay tanta gente reunida y no hay una “autoridad” responsable la responsabilidad recae sobre cada uno y aunque solo sea por estadística, siempre hay alguien que “la lía”. Por eso quiero felicitar porque se demostró que cada uno puede ser responsable de si mismo y eso denota una “madurez social” nada habitual. Un buen ejemplo de ello me lo contó mi amigo Juanma:

 Al parecer hubo una disputa en un momento dentro de la plaza y cuando la gente se fue dando cuenta, todos iban levantando las manos en rechazo a la violencia hasta que toda la plaza estuvo con las manos alzadas. Nunca sabremos que pasó con esas personas, pero por lo pronto se murieron de vergüenza y una vez más se demostró esa “madurez social”.

Otra cosa que me impresionó fue el carácter completamente apolítico. No vi ni una sola pancarta que reflejase algo más que la indignación por la situación actual del país, y eso que había muchas pancartas. Juanma me contó también que el día anterior un grupo sacó una bandera y toda la plaza empezó a gritar “no queremos banderas” hasta que tuvieron que guardarla.

Así pues, puedo decir que la gente que estaba concentrada no era un grupo “anti-sistema radical” sino gente que había reflexionado y quería mejorar nuestra sociedad lo cual me alegra enormemente.

El problema es cuando se empieza a pensar en “cómo hacerlo”. Y me surgen unas dudas:

¿Se tiene todo en cuenta a la hora de criticar “el sistema”?

Una vez algo “está hecho” es relativamente fácil encontrar los errores. Pero muy a menudo olvidamos preguntarnos:

>> ¿Por qué se ha llegado a esta situación? ¿Por generación espontánea? ¿Es este un sistema creado con premeditación para favorecer a unos pocos o es consecuencia de los acontecimientos históricos?

>> ¿El problema son las “reglas de juego” o cómo se utilizan? Y es que todos sabemos que en España, hecha la ley hecha la trampa. Lo que me lleva a una reflexión sobre la que ya escribiré: Una regla de juego que lleve suficiente tiempo será “pervertida” por los jugadores para su provecho propio olvidando el objetivo de la misma. Es mucho texto para una frase, pero con un ejemplillo rápido espero transmitir la idea:

Si repartes botellas de agua gratis para evitar sofocos en la calle, al cabo de unos días tendrás a un montón de gente llevándose las botellas a casa y dejando a los que pasean sin agua. Así pues, el problema quizás no sea “el sistema” sino la ética de cada uno.

>> ¿Tengo alguna responsabilidad sobre la situación? Es muy fácil buscar un culpable y pedirle que arregle la situación pero quizás todos somos parte del problema.  Si no hubiera gente trabajando en negro y cobrando el paro a la vez;  tendríamos más dinero (lo que ganas de impuestos y lo que te ahorras de paro) para poder dar más ayudas a la gente que realmente lo necesita. Si estudiamos para no suspender quizás haya menos masificación en las aulas.

>> ¿Lo estoy teniendo todo en cuenta? Es muy fácil ver alguna cosa que no es coherente y encontrar una solución práctica (No hay vivienda asequible para los jóvenes --> el gobierno expropia las casas que no se venden --> las ofrezco como vivienda de protección oficial y problema resuelto).  Pero si intentamos ver el problema globalmente veremos que no es tan fácil (Si el gobierno expropia las casas los inversores se asustan, la deuda exterior de España se resiente y nos vemos como en Grecia en menos que canta un gallo).

Así pues, volviendo al 15M, aunque debo decir que se está reflexionando mucho sobre la situación; sigo echando de menos una visión más global y un poco más de constructivismo en el movimiento. Vamos en el buen camino pero creo que aún es un poco simplista al tratar los problemas sin ver las causas de los mismos y las consecuencias de las alternativas.

¿Y si el tiempo que dedicamos a buscar al culpable lo dedicamos a buscar la solución? (Proverbio Chino).

Como decía, creo que estamos en el primer paso pero aún faltan otros dos pasos:

1. Encontrar las soluciones: Por desgracia veo demasiado a menudo que la gente se plantea destruir el sistema (no participando en las elecciones o sacando el dinero de los bancos). Y me pregunto, ¿qué haremos una vez hayamos destruido el sistema y hasta que ideemos el nuevo? Ese vacío me preocupa. Por eso creo que antes de destruir el sistema hay que empezar a buscar las soluciones y para ello hay que mirarlo todo globalmente.

>> Además, esas soluciones tendrán que ser aplicables. Y es que al ver un manifiesto dónde se pide democracia justa, empleo para todos, vivienda para todos me suena más a una carta a los reyes que un plan de acción. Esos son objetivos muy nobles, pero habrá que buscar la forma de hacerlos tangibles. Y eso quiere decir que los juristas del movimiento se arremanguen y propongan una ley electoral, que los economistas del movimiento se arremanguen y propongan una política económica, etc…

>> En este punto creo que nos daremos cuenta que encontrar soluciones factibles no era tan fácil. Y por desgracia veremos que en algún punto tenemos varias opciones que implican renunciar a algo y ponerse de acuerdo en que es lo mejor no será tan fácil.

Eso no quiere decir que dejemos de intentarlo, para nada, pero es un proceso más difícil y largo que reivindicar en una plaza (sin menospreciar en absoluto la protesta y reiterando que me siento orgulloso de ella).

2. Implementar las soluciones: Y el segundo punto seguramente es el más difícil. Si llegamos a alguna solución habrá que hacerla realidad. Y aquí es dónde me surge mi gran duda ¿dónde estará el 15M de aquí a 3 meses? ¿Se seguirán buscando soluciones? ¿Se tratará de llevar a cabo alguna? Me gusta pensar que si. Y si es así podrán contar con mi apoyo.

Para cerrar. Me alegra mucho ver que la sociedad se preocupa por la situación y que tiene voluntad de trabajar para ello. Creo que la acampada ha sido un buen primer paso y un ejemplo de madurez social. Pero veo que falta entender el todo global, buscar soluciones factibles y aplicarlas. Ánimo porqué vamos bien :)