miércoles, 11 de abril de 2012

PRE-ocupación


Un antiguo emperador encontró a su mejor amigo en la cama con una de sus concubinas. Siguiendo la ley, les condenó a muerte, pero como era su mejor amigo le concedió un último deseo. Éste se lo pensó y le dijo “Quiero que me concedas tres días para enseñar a hablar al caballo. Si lo consigo, me habré ganado la libertad y sino me podrás ejecutar.” El Emperador pensó que el trato era justo y le concedió el deseo. Al volver a la cárcel, el compañero de celda le preguntó porqué había pedido esa tontería y él le contestó:

-          En tres días pueden pasar muchas cosas. Puede que muera el Emperador, puede que muera yo o puede que el caballo hable.

He observado, en los demás y en mi mismo, que nos preocupamos mucho por lo que va a pasar, por lo que puede pasar o incluso por lo que podría pasar. Sientes que puede pasar algo malo y automáticamente crees que es lo más probable y después que es inevitable.

Además, como sabes que te va a hacer daño ya empiezas a imaginártelo y a sentirte mal. Violà! te sientes mal hoy por algo que quizás pase mañana… Evidentemente, este malestar que sientes hoy, no va a evitar que te sientas mal mañana cuando pase. Así que lo que conseguirás es pasarlo mal dos veces y eso no mola.

En la entrada “Contra el miedo ”, te propuse que vieras si realmente había peligro, que probabilidad había de que pase y que te des cuenta de que todos los daños son pasajeros. Pero hoy quiero ir un paso más allá aprovechando una paradoja que explicaba el señor Schroendinger.

Imagina que metes a un gato en una caja. Al cabo de los días, puede que haya muerto o que siga vivo. Por lo tanto, antes de abrir la caja, para ti el gato no está muerto pero tampoco está vivo. Así es como el gato consigue estar vivo y muerto a la vez.

Pues bien, cuando te pre-ocupas lo que estás haciendo es ocuparte antes de que pase. Al hacerlo, estás suponiendo que el gato está muerto y ya empiezas a echarlo de menos e incluso ya vas tirando sus cosas. ¿Y si el gato está vivo? Lo primero es que has pasado un mal rato gratuito y lo segundo es que te toca comprar juguetes nuevos. Así que lo que te aconsejo hoy es:

¿Puedes hacer algo para abrir la caja y saber como está el gato? Si es que sí, hazlo. Si puedes abrir la caja ábrela, solo así estarás 100% seguro de lo que tienes que hacer.

Algunas veces la caja no se puede abrir o es mejor esperar pero tu ya intuyes lo que va a pasar y crees que lo mejor es actuar ahora. Por ejemplo, oyes maullar al gato y quieres ir a comprar comida para darle en cuanto salga. Me parece bien, como ya dije, “move befote you have to ”. Como diría Amparanoia, la vida te da preocupación, deja la preocupa y pasa a la acción. Pero no te olvides de que en 3 días puede hablar el caballo. Incluso lo más improbable es posible, así que no pierdas la esperanza ni anticipes malestar.

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