Llega el nuevo año y todo el mundo le pide cosas: un trabajo
remunerado, buena salud, una o dos novias... Pues bien, a este año yo le voy a
pedir un poco de buena fe.
Todos los días oigo que los políticos son corruptos, los
policías son violentos y los jóvenes un desperdicio. Y cuando alguien me
pregunta qué pienso de los políticos, los policías y los jóvenes, le digo lo
mismo que Kennedy cuando le preguntaron por los franceses: no sé, no los
conozco todos. Como diría Sabina, habrá unos que si y habrá otros que no.
No he hecho ningún estudio (quizás habría que hacerlo), pero
yo diría que cualquier colectivo de gente está formado por gente lista y gente
tonta, gente buena y gente mala, simpáticos y capullos (perdón por la
expresión). Creo que el porcentaje es el mismo sea un partido político,
conciudadanos autonómicos o un grupo de jotas de Aragón Y creo que ese
porcentaje coincide con la proporción de listos/tontos, guapos/feos, etc... Que
hay en el mundo.
Creo que hay muchos políticos corruptos, pero creo que entre
la gente que se queja de ellos hay muchos que harían lo mismo. No hay más que
ver las trampas que se inventa el personal para robar wifi al vecino. Igual que
en las manifestaciones hay mucho policía de porra suelta y mucho manifestante
gladiador.
He oído todo tipo de soluciones para combatir estos abusos.
Leyes que prohíban, multas que impongan e incluso alguien a sugerido linchar a
los componentes de alguno de estos colectivos (banqueros y políticos suelen ser
centro de estas propuestas). Y a mí me parece que se harán trampas a las leyes,
se evadirán las multas y los sustitutos de los linchados no me inspiran mayor
confianza que sus predecesores. Y es que creo que el problema de base es la
buena fe. La falta de buena fe. Tan sencillo como tratar de hacer lo correcto. Es
cierto que con buena fe uno se puede equivocar y también es cierto que la definición
de lo que es correcto varía en función de la persona. Pero si todos tuviéramos
la voluntad de hacer las cosas bien, la mayoría de problemas se solucionarían.
Es por eso que al 2013 le quería pedir que diera repartiera
un poco de buena fe, pero como el año no es más que una sucesión de días sin
poder ni voluntad para conceder deseos, hoy te pido a ti esta buena fe.
Todos decimos que si nos tocase la lotería donaríamos un
10%. ¿Qué te parece si empiezas ayudando con el 10% de una copa? Un eurillo da
para comer en muchos sitios del mundo.
Probablemente no tengas ocasión de recalificar un terreno o
dispersar una manifestación, pero todos los días se presentan muchas ocasiones
para practicar la buena fe. Ese camarero que se olvida de cobrarte, esa cartera
perdida, ese móvil abandonado... No se trata de hacer nada heroico, simplemente
decantarse por esa vocecilla que nos dice qué es lo correcto
Hace dos años que decidí compartir mi suerte y parece que es
contagiosa. Estoy convencido de que la buena fe también se contagia y además genera buen rollo y más
suerte, que al final es lo que hacemos tú y yo cada semana, compartir un poco
de suerte.
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