miércoles, 25 de diciembre de 2013

¡Feliz Navidad!


¡Feliz Navidad!

¿Una nueva entrada? ¿Será un especial de Navidad o es que la cosa se pone en marcha?

Pues si, estás leyendo bien, parece que hay una nueva entrada en un tipo con suerte. Papa Noel se ha personado en mi casa esta noche y me ha dicho:

“O lo escribes tú o lo escribo yo. Pero después de tantas cartas pidiendo que vuelva un tipo con suerte yo no me puedo ir esta noche sin dejarlo solucionado”.

Así que después de este periodo de desconexión, ha llegado el momento de retomarlo. Como te conté en la última entrada, llevo un tiempo con mucha suerte pero de la mala y necesitaba desconectar. Ya te iré contando lo que me ha pasado y los truquillos que he inventado para pasar el bache lo mejor posible. Por si te interesa, la cosa sigue regulin, pero por lo menos estoy más tranquilo. Vuelvo a tener energía para luchar y remontar el vuelo.

Pero hoy me apetece hablar de otra cosa. Cuando decidí volver a los #miercolesdesuerte decidí que necesitaba un tema algo inspirador. Una reflexión que nos ayude a seguir para adelante. Y ese tema, como tantas veces, llegó a mi solito: Papá Noel y Los Reyes Magos.

Para empezar, es un pasote tener a estos señores dedicados única y exclusivamente a hacer felices a los niños y, ya de paso, a los mayores. Me encanta la idea de poder hacer la carta y pedir lo que sea. Me encanta esos días imaginando que te traen los 25 regalos que has pedido. Son Magos, ¡ellos lo pueden todo! Es como imaginar que te toca el gordo pero en vez de muchos billetes de papel, ellos te traen directamente lo que querías. Bueno, la verdad es que de los 25 regalos que habías pedido casi siempre se olvidan 20. También me gusta esa idea de portarse bien, ellos lo saben todo así que si no eres bueno, te traen un trozo de carbón.

Como ves, eso de la ilusión, de pensar que se puede conseguir cualquier cosa y de que dependa de lo bueno o malo que eres, pega mucho con Un tipo con suerte. Es la misma esencia explicada a un niño.

Pero lo que más me gusta es cómo funciona. Lo que más me gusta es que por una vez toda la sociedad se pone de acuerdo en hacer las cosas bien para mantener la ilusión. No importa dónde y con quien estés hablando, que todo el mundo es super cuidadoso. Los telenoticias, los periódicos incluso los anuncios hablan de Sus Majestades. No importa que el artículo sea de finanzas o que el blog sea para adultos, nadie se cuestiona decir nada que pueda acabar con la magia. Y eso me gusta mucho. Me gusta que todo el mundo se ponga de acuerdo para mantener la ilusión. Me gusta que no hagan falta elecciones ni acuerdos. Me gusta que no hagan falta ni leyes ni condenas. Por una vez, todo el mundo se pone de acuerdo y decide hacerlo bien.

Quizás es que en el fondo todos echamos de menos esa ilusión. Y eso me hace creer en el futuro.

¡Feliz Navidad!

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