miércoles, 26 de febrero de 2014

No somos iguales


Los hombres y las mujeres no somos iguales.

No hay más que vernos. Estoy seguro que si te pongo una fila de 100 personas, serías capaz de clasificarlas a todas en hombres y mujeres a simple vista. Vamos, que tardarías en hacer los dos grupos lo que tardas en mirarlas a todas. Es más, asómate a la ventana y elige una persona al azar ¿es hombre o mujer? Salvo que sea un drag queen, estoy seguro de que sabes el género a 50 metros de distancia. ¿Por qué? Porque somos diferentes. No hace falta entrar en alturas o melenas (que las hay en dos los lados), sólo quítale la ropa a alguien y su entrepierna te dirá a que lado pertenece. Como un sexador de pollos. Así que sí, somos físicamente diferentes. Y dicho sea de paso, vosotras sois bastante más bonitas que nosotros. Objetivamente hablando, el cuerpo de la mujer es a un Audi lo que el del hombre es a un tractor de labriego.

Pero las diferencias no acaban fuera, por dentro también somos diferentes. Útero, próstata… ¡si hasta tenemos una costilla menos! ¿Y la sesera? Pues aún a riesgo de meterme en un embolao, diré que también somos diferentes en eso. No hace falta entrar en tópicos de venus o marte para ver que, en general, las habilidades de nuestro cerebro difieren con el género. Antes de que nadie se me mosquee, no estoy diciendo que uno sea mejor que el otro, nada más lejos de la realidad. Simplemente que nuestra estructura mental es diferente. En general, no tenemos el mismo proceso mental. Más allá de la educación, que te puede llevar (o no) a elegir una carrera más femenina o un color más masculino; hay una base fisiológica que influye en este proceso: las hormonas. Eso hace que, en general (siempre en general), los hombres tengamos un pensamiento más lineal y más lógico que no nos permita hacer más de una cosa a la vez. Por el otro lado, la mujer tiene más facilidad para acceder a su hemisferio derecho dónde se encuentran las emociones, la intuición, etc…


Total, que sin meterme en biología de tercero, creo que la evidencia me acompaña cuando digo que los hombres y las mujeres no somos iguales. Por eso me parece una tontería, con todo el respeto, empeñarse en decir que somos iguales. Es cierto que por desgracia hoy en día hay una diferencia entre la situación laboral de hombres y mujeres. Muchas veces, las segundas cobran menos por hacer la misma faena o tienen más dificultad para acceder a según que posiciones. Eso no es justo. Efectivamente, no tenemos una igualdad de oportunidades y hay que pelear para cambiarlo. También a nivel social, tenemos una herencia de costumbres que asignan un rol y un estatus a las mujeres que no parece muy igualitario. Así que una vez más, hay que luchar por la igualdad de derechos. Hay que conseguir que seamos iguales ante la ley (aunque a veces se hace a costa de leyes discriminatorias, pero de eso ya hablaremos). Pero de ahí a empeñarse en que somos lo mismo, hay un trecho.

Constantemente oigo a gente diciendo que hombres y mujeres tenemos que tener los mismos gustos y pensar igual. Que las diferencias son sólo fruto de la educación recibida y de la sociedad machista y represora. Mire usted, más allá de que la circunstancia juegue un papel muy importante, que lo juega, como dijo Ortega y Gasset, también está el yo. Habrá hombres y mujeres con los mismos gustos, pero no podemos negar que hay un patrón diferenciado y generalista (muy generalista) de gustos por género. Por supuesto, este patrón debe ser una explicación de la realidad, no una guía a seguir. Pero no nos empeñemos en negarlo.

De hecho hoy quiero ir más allá, no sólo creo que no somos iguales sino que creo que somos complementarios. De la misma manera que los malos de la pelis, uno bajito y listo y el otro fuerte y tonto, se complementan, creo que los dos géneros se complementan. La lógica de uno resuelve el problema del otro y la empatía del otro hace sentir mejor al uno. Eso es lo bonito de la convivencia. Incluso te invito a ir más allá, porque esa diferencia y complementariedad se puede aplicar a cada persona que te encuentras. Así que en vez de empeñarte en ser como los demás o que los demás sean como tú, por qué no pruebas a disfrutar de las diferencias y llegar juntos a los sitios que no alcanzaríais separados.

2 comentarios:

  1. Pues la verdad no sé si me ha gustado esta entrada...

    Ya empezamos mezclando sexo y género (a parte de drag queens tb hay transexuales, o sexos no definidos por "errores" hormonales), tampoco tenemos en cuenta las diferencias en los roles de géneros que hay en diferentes sociedades, pero bueno, estamos en occidente.

    Creo que el post se ha centrado en generalizar por géneros, que vale, ya sabemos que hombres y mujeres somos diferentes, pero... a parte de la obviedad... ¿qué más?

    Parece, en un primer momento, una defensa de la educación diferenciada por sexo. Después, sin embargo, pasamos a hablar de la complementación, supongo que en el día a día, aunque también se podría entender como una defensa de las parejas heterosexuales (que ya sé que no era tu intención).

    Cuando se habla de la igualdad, lo mismo pasa con los niños en la escuela. "No todos somos iguales, el derecho a ser diferentes..." Por supuesto que todos, TODOS (aún teniendo el mismo género), somos diferentes, pero al fin y al cabo hay algo que nos hace iguales (el hecho de ser niños, el derecho a ser felices, a sentirnos queridos y realizados...).

    Por eso creo que podrías haber llegado a la conclusión de la última frase sin centrarte en las similitudes entre los miembros de un mismo género (que normalmente tienen mucho más de social que de simplemente biológico) hablando de la riqueza que aportan las diferencias entre las personas.

    Entiendo el fondo, pero no en la manera de expresarlo.
    Besos.

    PD. poco queda de igualdad, por ahora lo cool es equidad.

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  2. ¡Muchas gracias por el feedback! Lo tendré en cuenta.

    Hablas bastante de mi intención en la entrada así que me gustaría contestarte.

    En primer lugar, no hablo de sexo sino de género en el sentido más generalista para tratar un tema bastante generalista: hombres y mujeres. Es cierto que no planteo otras sociedades y roles que podemos encontrar en el mundo, tema interesante para otra entrada pero que poco tiene que ver con el debate que vivimos aquí hoy en día.

    La diferencia puede parecerte una obviedad y por tanto, tienes toda la razón en que no aporto nada nuevo. Pero no tengo tan claro que sea obvio para todo el mundo.

    Quiero aclarar-te que en ningún momento defiendo la educación diferenciada por sexo, más bien lo contrario. Y tampoco defiendo las parejas heterosexuales más de lo que defiendo las homosexuales. De hecho sólo es una defensa de la complementariedad entre géneros frente a la tendencia a buscar la igualdad.

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