Agua mineral

¿Y la caña y la tapa? Pues vereis, una cosa es pasar de la operación bikini y otra es empezar con la expansión del universo. Y entre tanta "ensalada", cañas, bravas, copas... Mi universo, o sea yo, está en una expansión que hay que parar antes de que explote. Así que he decidido no tomar más cañas hasta el viernes. Aunque igual hago una excepción mañana.

También he decidido que no voy a beber más, voy a beber lo mismo :). Es que es lo que tenemos los del barça, que no podemos tomar sola una copa. Y da igual que sea entre semana, nos gusta empezar la noche con una supercopa. Quizás dirás que meto el dedo en la yaga, pero es que no quiero meterlo en el ojo. Jajaja. Bueno, ya no me meto más con el Madrid y te prometo que me meteré con el barça la próxima vez que pierda la supercopa.

Pero bueno, volviendo a lo importante, la bebida, ultimamente he estado reflexionando sobre el tema. Con el paso de los años aprendes el noble arte del beber. En las primeras etapas empezamos mezclando de todo. La idea es pillarla lo más rápido posible sin pensar en las consecuencias.  Consecuencias que muchas veces llegan antes de la resaca en forma de tropezones. Después, cuando ya somos "entendidos" del tema, tenemos nuestra copa preferida que suele combinar un licor blanco con todo el azucar posible. Martini con limón, tequila con kiwi. La mía era vodka lima. Y claro ahi las resacas son descomunales aunque con un poco de suerte conseguimos que la cena no salga por donde ha entrado. Después, con los veintitantos ya viene el ron y el whisky y las preferencias: yo brugal, yo cacique, yo negrita que hoy me ha dejado mi novia y me vengaré contra mi hígado. Y sin comerlo (pero si beberlo) te ves con el gintonic. Enhorabuena, es usted un pureta.

Pero además del qué beber, también aprendemos cómo beberlo. Vemos que los chupitazos no son la solución y el búfalo (sant hilari a catalunya) tampoco.

Pero un auténtico máster de la bebida se le reconoce por sus remedios de la abuela para no tener resaca. Y como un tipo con resaca no tiene suerte, os dejo algunos de mis truquillos (y no es que yo sea máster):

Si no has dejado de beber a tiempo (serías el primer español en conseguirlo) y llegas en modo borroso a casa, lo mejor es el método CAI.

- Comida: Traga todo lo que puedas.  El pan es el mejor amigo del hombre a esas horas.
- Agua, un litro en cuatro vasos grandes.
- Ibuprofeno: La joya de la corona y mi último descubrimiento.

Con esto te ahorraras la resaca y mentir diciendo que no vas a beber. Si el método CAI no funciona o se te olvidó hacerlo (mucho más probable), por la mañana te recomiendo dos CD's. Cagar Ducharse Comer y Descansar. Mano de santo (San Miguel, claro).


Leyendo esta entrada alguien dirá que tengo mucha experiencia en eso del beber y quiero aclarar que nada más alejado de la realidad, simplemente es que documento mucho para dar calidad al blog.

Y a estas alturas creeras como yo que lo sabemos todo, pero no. Porque seguimos cayendo en el mismo error. A última hora de la noche, cuando te das cuenta de que se te ha ido de las manos te viene la inspiración y dices, pues voy a beber cerveza pa que se me baje. Y yo digo, la caña suma menos, pero sigue sumando. Así que en vez de mejorar, empeoras. Y es esa cerveza, y no las 8 copas de antes, es la que hace que no te puedas comer el puchero de tu madre el domingo.  Pero ella no te cree así que le juras que no volverás a beber más, después de esta caña, claro.

Así que lo dicho, voy a estar con agua mineral por lo menos hasta septiembre, sin contar fines de semana, claro.