Hoy en día todo el mundo habla del dinero. Necesito dinero. A este le sobra el dinero. Bla, bla, bla... Curiosamente, lo ves como el diablo cuando no lo tienes y es la panacea cuando lo tienes. Como la cerveza, es causa y a la vez solución de todos los problemas. Pero, ¿qué es realmente el dinero?
El dinero no es otra cosa que un medio de pago generalmente aceptado.
Y para entender algo al parecer tan simple hay que entender por qué se crea el dinero. Vamos a evitar la clase de historia y nos vamos a quedar con un ejemplo muy claro y sencillo en plena edad de piedra.
1. Cada miembro de la tribu necesita muchas cosas (lanza, ropa, comida, agua…).
2. Conseguir cada una de esas cosas lleva mucho tiempo por lo que a una persona no le da tiempo a conseguirlas todas.
3. Llevar un litro de agua (para ti mismo) te cuesta casi el mismo tiempo que llevar 2 litros (para dos personas). Lo que llamamos economías de escala.
4. Si te dedicas a hacer solo una cosa, aprendes mucho más y la haces mucho mejor.
5. Así es como te das cuenta de que es más práctico que unas pocas personas se dediquen a cazar, otras a coser, otras a recoger agua…a que cada persona tenga que hacer todas esas cosas.
6. Como consecuencia nos encontramos que una persona tiene agua pero necesita ropa y viceversa. Así que se le tienen que intercambiar. Hasta aquí sin problemas.
7. Pero la tribu crece y cada vez hay más cosas diferentes. Ahora también hay lechugas, ovejas, cerámica, collares, etc… Y entonces el intercambio se hace más difícil. ¿Qué pasa si yo quiero carne pero el cazador no quiere los collares que hago? No puedo intercambiar. Así que tengo que buscar a alguien que tenga agua para el cazador y que quiera mis collares.
8. Como esto es un lío alguien cogió y se inventó el dinero.
¿Y que es ese dinero? Es algo que puedes intercambiar por lo que necesitas sin ningún problema. ¿Por qué? Por qué la persona que reciba ese dinero podrá hacer lo mismo. En el patio del colegio los cromos son el dinero ya que sabes que puedes cambiar (comprar) lo que quieras porque todo el mundo los quiere.
Y ahora que tenemos claro el concepto del dinero es el momento de reflexionar que quiere decir todo esto:
1. ¿Qué pasaría si no hubiera dinero? Seguirían habiendo diferencias sociales y mamoneo. Todos somos interdependientes y necesitamos a los demás igual que ellos a nosotros. Y esta relación de interdependencia, aunque es buena porque nos permite ayudarnos, da lugar a que alguien se aproveche de la situación.
2. ¿Podemos prescindir del dinero? No, por una sencilla razón. Hoy en día usamos muchísimas más cosas de las que podríamos llegar a producir por nosotros mismos. Habrá quien diga que todo eso es banal y materialista y que no necesitamos esas cosas. Sí, pero hay muchas de ellas que son imprescindibles para vivir aunque sea de forma natural (sin agua corriente, sin comida, sin ropas, sin medicamentos, etc… volveríamos a la esperanza de vida de 35 años). Así pues, necesitamos intercambiar y la forma más viable es a través de un medio de pago generalmente aceptado, el dinero.
3. ¿Es malo el dinero? En sí mismo no es nada, simplemente se trata de una “energía” que nos permite conseguir lo que necesitamos. El problema no está en la energía en sí, sino en cómo se utiliza. Y eso no quiere decir solo la persona que lo tiene, si no lo que estamos dispuesto a hacer los que no lo tenemos para conseguirlo. Así pues, una vez más el problema no es el dinero sino nosotros mismos y la responsabilidad que tenemos.
¿Cómo tomarte el dinero?
Pues hay una frase genial de Alejandro Dumas que dice:
"No estimes el dinero en más ni en menos de lo que vale, porque es un buen siervo y un mal amo. "
El dinero sirve para conseguir lo que necesitas, en sí mismo no tiene ningún valor así que úsalo para conseguir lo que necesites (y/o quieras). Y aprovecho para dejarte dos ideas que a mí me ayudan mucho cuando me surgen problemas o dilemas con el dinero:
1. Piensa en todo el dinero que vas a mover en toda tu vida (suma todos los sueldos que vas a cobrar) y compara la cantidad que te preocupa con eso. Seguro que te das cuenta que no hay para tanto.
2. Cuando salgo a tomar cañas con mis mejores amigos no me preocupo de quien paga por que al infinito quedaremos a cero. Estoy convencido que si sumo todo lo que le voy a pagar yo y resto todo lo que me va a pagar él a lo largo de toda nuestra vida el resultado es 0 €. Y sino, vuelvo al punto 1.
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