Esta semana leí una entrada en el blog de una amiga que
reflexiona desde la experiencia de su día a día y volvió a salir el tema del
QUIERO. Al leerla me di cuenta que aún me faltaban cosas para hablar aquí.
Hace unas semanas hablé de la diferencia entre el DEBO y el
QUIERO. Vimos que hablar de DEBO quiere decir hablar de obligaciones y que
realmente hay muy pocas cosas a las que te puedan obligar. Siempre tienes
opción de desobedecer. Así que si terminas haciéndolo es porque quieres, por lo
que no es una obligación sino un compromiso. De esta manera, hablando de lo que
quieres, recuperas las riendas de tu vida.
Luego hablé de la diferencia entre el (NO) PUEDO y el (NO)
QUIERO. Vimos que muchas veces decimos que no podemos hacer algo aunque
realmente si podamos. Y nos dimos cuenta de que muchas de las cosas que no
podemos hacer en realidad es porque no queremos. De esta manera, además de
tener las riendas de nuestra vida, vemos que tenemos más bien pocas
limitaciones. Casi siempre hay un camino.
Así, sin comerlo ni beberlo, es como me te das cuenta de que
eres tú quién dirige tu vida y que puedes hacer lo que quieres. Creías que ibas
en tren en una vía y de pronto te das
cuenta de que vas en coche y de que eres tú quién lo conduce.
Al darte cuenta de esto, lo primero que suele pasar es que
entra un poco de miedo porque te preguntas por primera vez: ¿dónde quiero ir? Entonces
es posible que tu mente te responda con un pensamiento un poco peligroso: puedo
hacer lo que quiera. Y corres el riesgo de sufrir el efecto péndulo.
Así que el truquillo de hoy es haz lo que QUIERES no lo que
QUIERAS. ¿Pero cuál es la diferencia?
HACER LO QUE QUIERAS
Pues bien, hacer lo que quieras es aprovechar que ahora
tienes el control sobre tu vida para hacer en cada momento lo que te apetece.
Eso a priori puede no estar mal, el problema es que se vaya de las manos.
Si volvemos al ejemplo del coche, si se te va mucho de las
manos podrías ponerte a conducir por la acera. Estarás conmigo en que eso no es
lo mejor ya que conduciendo por la acera puedes atropellar a gente que no tiene
culpa de nada.
Otra cosa que te puede pasar es que cojas el coche y
empieces a tirar ahora por esta calle, ahora por esta otra… sin ton ni son.
Aunque no te subas a la acera ni te pongas en contra dirección, parece que
tampoco es una buena opción ya que tarde o temprano se te acabará la gasolina y
puede que no te guste el sitio dónde acabes ni las calles por las que has
pasado.
HACER LO QUE QUIERES
Por otro lado, hacer lo que quieres es aprovechar que llevas
el volante y que tienes gasolina, para decidir dónde quieres ir. Piensa dónde
te gustaría estar, mira que caminos tienes para llegar y empieza tu ruta.
Tú mandas en tu vida y tú decides dónde quieres llegar y por
dónde quieres ir. Tener el volante también te permite elegir la carretera:
autopista para llegar antes, nacional para ahorrar, comarcal para disfrutar del
camino. Y si en un momento dado prefieres cambiar de destino, tienes la
posibilidad de dar media vuelta y tirar para otro lado.
Si lo haces así, aunque cambies de ruta muchas veces,
disfrutarás del camino porque te llevará a tu destino.
es muy sensato lo ke dices xo hay veces ke el temor es mas grande ke el poder y ke las kosas ke quieres son inalcanzables siempre se puede intentar xo kada persona tiene su momento y su evolucion y cuesta mucho dejar la coherencia al lado para vivir tu vida komo verdadramente puedes.... siempre hay ke intentarlo y me parece vuena idea peo eso de que querer es poder no en todo caso fnciona ojala y kada vida la usarms para realizar nuestros sueňos como verdadermente keremos pero para eso muchS veces hay que salir d la sociedad y eso no es realmente tan.facil.
ResponderEliminarCierto, muchas veces es complicado. Y cuanto más complicado sea más esfuerzo requiere y mejor será la recompensa. Ánimo.
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