Ya vimos que para crear nuestra suerte uno de los pilares es generar buen rollo. Hoy vamos a ver un par de técnicas que os pueden ayudar a generarlo y que se basan en algo tan sencillo como inusual: conectar.
Vivimos rodeados de gente pero completamente solos. Cada día nos cruzamos con muchas personas a las que vemos como parte del mobiliario urbano. Si queremos generar buen rollo lo primero es darnos cuenta de que no hay gente, sino personas con las que vale la pena conectar. Porque el buen rollo se genera mas rápido cuantas mas personas estén implicadas.
Para conectar empezaremos con el nivel básico y 3 técnicas:
1. Sonrisa: de la que ya hablamos en la entrada Suerte.
2. Nombre: tan sencillo como usar el nombre de la persona con la que hablas. Aunque muchas veces puede ser redundante y puede sonar raro, os invito probarlo. Os sorprenderán los resultados. Cuando llamas a alguien por su nombre traspasas la barrera de lo impersonal. Pasa de ser uno mas, gente, a ser el o ella mism@. Y se establece una conexión de tú a tú.
3. Pregunta: haced la típica pregunta de ascensor. "¿Qué tal todo?" aunque pueda parecer insustancial, esa pregunta demuestra interés por la otra persona y esta lo agradecerá. Si cada día le preguntas como está, al cabo de un tiempo empezará a contarte cosillas y es cuando empezaras a descubrir la tercera dimensión de la que hablamos en el camino de Hércules (Recorriendo EL CAMINO DE HÉRCULES: mi experiencia).
Así que os invito a probar las dos técnicas nuevas y a seguir con la de la sonrisa. Os pacerá que hoy la entrada es muy corta, pero creo que a estos conceptos vale dedicarles por lo menos una semana.
Vivimos rodeados de gente pero completamente solos. Cada día nos cruzamos con muchas personas a las que vemos como parte del mobiliario urbano. Si queremos generar buen rollo lo primero es darnos cuenta de que no hay gente, sino personas con las que vale la pena conectar. Porque el buen rollo se genera mas rápido cuantas mas personas estén implicadas.
Para conectar empezaremos con el nivel básico y 3 técnicas:
1. Sonrisa: de la que ya hablamos en la entrada Suerte.
2. Nombre: tan sencillo como usar el nombre de la persona con la que hablas. Aunque muchas veces puede ser redundante y puede sonar raro, os invito probarlo. Os sorprenderán los resultados. Cuando llamas a alguien por su nombre traspasas la barrera de lo impersonal. Pasa de ser uno mas, gente, a ser el o ella mism@. Y se establece una conexión de tú a tú.
3. Pregunta: haced la típica pregunta de ascensor. "¿Qué tal todo?" aunque pueda parecer insustancial, esa pregunta demuestra interés por la otra persona y esta lo agradecerá. Si cada día le preguntas como está, al cabo de un tiempo empezará a contarte cosillas y es cuando empezaras a descubrir la tercera dimensión de la que hablamos en el camino de Hércules (Recorriendo EL CAMINO DE HÉRCULES: mi experiencia).
Así que os invito a probar las dos técnicas nuevas y a seguir con la de la sonrisa. Os pacerá que hoy la entrada es muy corta, pero creo que a estos conceptos vale dedicarles por lo menos una semana.
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