miércoles, 17 de agosto de 2011

Caña y tapa: de fiestas.


¡Hola Garcías!

Una semana más compartimos una Caña y tapa para generar buen rollo y así tener un poquito más de suerte. Hoy escribo desde mi ciudad natal dónde he venido a pasar las fiestas. Así que voy a aprovechar para hablar de las fiestas. Y lo primero es definir fiesta. Fiesta es una excusa generalmente aceptada para emborracharse (también generalmente). Y como en todo, hay muchos tipos y estos dependen básicamente de quien se emborrache.

Que se emborracha  la clase de 3 de ESO, lo llamamos botellón. Qué se emborrachan un grupo de amigas adolescentes, lo llamamos pijama party. Que se emborrachan los abuelos del pueblo,  lo llamamos patronales. Que se emborrachan los primos, hermanos, amigos del futuro marido, lo llamamos despedida de soltero.

Ojo, no hay que confundir las diferentes fiestas. Por ejemplo, en las fiestas del patrón se pasea al homenajeado (el Santo en cuestión) con un traje raro por toda la ciudad para que todo el mundo lo vea mientras que en la despedida de soltero… Bueno vale… Pero en las fiestas del pueblo todo el mundo se lo pasa bien menos el homenajeado mientras que en la despedida de soltero…. Bueno, que no tienen nada que ver.

No tienen nada que ver porque las fiestas de cada ciudad son completamente diferentes. Por ejemplo, en Tarragona se ponen banderas en todos los balcones y farolas, hay una verbena  con un concierto en la plaza mayor de una “orquesta” que toca una versión adaptada de los últimos hits (que a veces se parece y otras veces no se parece tanto) y la gente sale a emborracharse por la calle; en cambio en las fiestas de Gràcia… Bueno pero en las de Chueca… Vale, eso es común en todas las fiestas.

Como también es común el milagro de los panes y los peces, bueno, de las copas y los besugos. Y es que no sabemos como, el día del concierto, la gente se multiplica y dónde solo ves 50 personas durante todo el año, ese día hay 2.500. Y podrás decir que eso es porque veo doble, pero aún así me siguen sobrando más de 1.000 personas. Así que sin saber como te ves metido en un mar de gente. Lo de mar no es un decir, porque ahí dentro hay auténticas corrientes oceánicas que te llevan de un lado a otro y que no sabes bien por que, pero te pongas dónde te pongas, aparece una de esas corrientes que atraviesa tu grupo de amigos. Quizás la corriente se ve atraída por esa torre de dos metros que se ha puesto justo delante de ti.

Pero la verdad es que te da igual porque estás de fiesta y como ya hemos dicho, solo es una excusa para beber y si se puede divertirse. Yo, como dice un amigo, “yo no necesito divertirme para beber”.

3 comentarios:

  1. Confirmo lo de "un tío con suerte". Sólo uno con suerte puede llegar a ser Tuno cantando como él canta. Por suerte lo compensa con la amistad y el buen humor. Disfruta de las fiestas que se acaban.

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  2. Jajajaja efectivamente. Pero tengo la suerte de complementarme tocando la guitarra para un excelente solista manco :) Que además es una grandísima persona :)

    Gracias y a ver si nos vemos pronto :)

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  3. intento hacerme seguidor. No puedo. Me ha gustado. Te he enlazado. http://salonicayotrosescritos.blogspot.com/

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