miércoles, 22 de febrero de 2012

Gestiona las exigencias


Hace unas semanas que me di cuenta que se producía una situación que no me gusta demasiado. Curiosamente, acabamos de ver el mismo tema en el curso de coaching y, para más INRI, también ha salido con mis tres coachees. Así que he empezado a trabajarlo conmigo mismo y con ellos y han salido algunas ideas que quizás te puedan gustar.

El proceso va más o menos así:

1- Alguien te pide (o exige) una cosa muy urgente.

2- Tú, sientes mucha tensión (incluso te enfadas por dentro) porque ves que te va a tocar hacer algo que no te apetece pero TIENES QUE HACERLO.

3- Como es MUY URGENTE, no hay tiempo para pensar y le dices que sí lo vas a hacer.

4- Luego te enfadas contigo mismo por decirle que sí y te enfadas con él por pedírtelo.

Este proceso puede tener variaciones. Por ejemplo, en vez de decirle que sí, te enfadas y le dices que no (sin pensarlo, solo porque te sientes presionad@) y luego te sientes mal por contestarle mal.
Como esto genera mal rollo y acabamos haciendo cosas que no nos gustan o contestando mal (lo que implica más mal rollo) se me han ocurrido algunas ideas que comparto contigo esperando que te aporten algo:

NO ERES MÉDICO: Como decíamos el otro día, tú no eres médico así que no tienes que correr para salvarle la vida a nadie. Normalmente la persona que te pide algo porque está agobiada, te dice que es muy urgente y que necesita una respuesta ya. Con las prisas, tú sientes que tienes que responder rápido y le dices corriendo que sí. Pero en este proceso aún no te ha dado tiempo a pensar. Así que lo primero que te recomiendo es que cuando te llegue una petición le digas simplemente: Lo veo y te digo algo. Con esta sencilla frase te darás el tiempo para pensar si realmente lo quieres hacer o no.

NO ES UNA OBLIGACIÓN: Cuando empieces a pensar si hacerlo o no seguramente te saldrá decir “es que lo TENGO QUE hacer”.  Y yo te pregunto ¿Por qué tienes que hacerlo? ¿Estás diciendo que es una obligación? ¿Puede obligarte? ¿Te pueden obligar a hacer algo que no quieras?

 Te invito a que la próxima vez que alguien te pida algo reformules la petición y digas: “Te obligo a quedar”“te obligo a invitarme a cenar”. ¿Verdad que te suena un poco raro? Si lo piensas así te reirás y te darás cuenta de que eso no es una obligación. ¿Entonces qué es? Pues una petición. Con lo cual la pregunta no es ¿tengo que hacerlo? La pregunta será ¿quiero hacerlo? o

ES SU PROBLEMA: Y cuando llegue el momento de pensar si quieres hacerlo seguramente te aparecerá la culpabilidad de todo lo que pasa si no lo haces. Y en ese momento es cuando te tienes que dar cuenta de que el que te pide algo es porque ÉL o ELLA lo necesita por lo tanto es SU problema, no el tuyo. Tú amablemente, SI PUEDES Y QUIERES, le ayudarás. Y si le ayudas le estarás haciendo un favor.

Puedes pensar que si no le ayudas eres egoísta pero date cuenta de una cosa: ¿Cuándo te ha pedido el favor, ha tenido en cuenta tu situación, tus problemas, tus sentimientos y cómo te va afectar? Si la respuesta es no, entonces él o ella han sido egoístas contigo.

ES UN COMPROMISO: Por último, si después de pensar te das cuenta de que sin ser una obligación ni ser urgente, te apetece ayudar a la persona; ten claro que lo haces porque QUIERES. Así que no es una obligación, es un COMPROMISO que has elegido tú. Así que no vale enfadarse porque si lo haces es porque te compensa.

Este tema da para mucho y solo he empezado a andar y a descubrirlo. Hay mucho escrito por leer. Esta semana solo quería compartir unas ideas y si te sirven dímelo y pensaré más.

1 comentario:

  1. ¡Claro que sirven tus ideas! Aunque alguna ya este repetida, te sirve siempre para reflexionar. Feedback, retroalimentación. Estas ideas están relacionadas con las técnicas de negociación, o con algo más sencillo de día a día: con las relaciones sociales. Esto también pasa en casa, en el cole... ¿Me dejas copiar tus deberes? ¿Puedes realizar este recado?...

    ¡Gracias!

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