La verdad es que el truco de esta semana
no es mío, lo he sacado de El arte de la Guerra. Se trata de un libro escrito por Sun Tzu hace
ya más de 2.500 años en China. En él se explican las estrategias que todo
general debería seguir para ganar la guerra.
Por desgracia, muchas veces consideramos
que nuestras conversaciones con otras personas son batallas que hay que ganar.
Por eso muchos autores han adaptado El arte de la Guerra a la dialéctica.
Como ya sabes, eso de la guerra no me
parece que aporte mucho buen rollo. Así que en medida de lo posible lo que te
recomiendo es que no hables de enemigos (o mejor, no los tengas) ni de
batallas. Sin embargo, en tu día a día hay muchas ocasiones en que discutes con
otra persona sobre cualquier cosa, y aunque quieras mucho a esa persona, se
acaba convirtiendo en una batalla por la victoria. Otras veces, la discusión es
con tu enemigo y ya empiezas directamente en pié de guerra. En cualquier caso,
llegado un punto es posible que se haga evidente que uno de los dos tiene
razón. Incluso puedes ser tú quién tenga razón. Y en ese punto tendrás dos
caminos a seguir:
>> Al darte cuenta de que tienes razón,
sigues machacando a tu “oponente” y humillándole. Ante eso, esa persona solo
podrá agachar la cabeza y guardarte mucho rencor, o rebotarse y no darte la
razón aunque sea evidente para los dos. En cualquier caso, parece que no se
acabará de muy buen rollo y eso no mola.
>>Por otro lado, también tienes la
oportunidad de ofrecerle una salida digna al otro dándole la razón en algunos
puntos (aunque tampoco la tuviera) o incluso aceptar que habéis llegado a la
conclusión los dos juntos. En este caso, al ofrecerle una parte de razón, es
muy probable que la otra persona acepte tu punto de vista y la discusión
acabará mucho mejor.
Si
acorralas a tu enemigo y no le dejas ninguna vía de escape, su única
opción será atacarte hasta morir y en el proceso seguramente te hará daño. Así
que te propongo algo muy sencillo, si te das cuenta de que tienes razón y que
la otra persona también lo ha visto, déjale una retirada digna, comparte la
victoria y tendrás un nuevo aliado.
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