Como seguro te habrás dado cuenta, ayer #miercolesdesuerte, no llegó la entrada. Podría decir que era una prueba para ver cuánta gente reclamaba enfurecida su pedazo de suerte, pero la verdad es que se me escacharró el ordenador así que te la tengo que dejar hoy. Ahí va...
Dos amigos se encuentran en la calle. Uno no para de dar palmas por lo que
el otro sorprendido le pregunta qué está haciendo. Éste le responde que está
espantando elefantes y el otro se ríe. Entonces el que estaba aplaudiendo le
contesta: "¿tú ves elefantes por aquí?" Efectivamente, si no hay
elefantes será porque dar palmas los espanta. Es lo más lógico, ¿no? No sé tú,
pero yo diría que no tiene nada que ver. Por mucho que los dos hechos, dar
palmas y que no haya elefantes cerca, pasen a la vez; es evidente que no están
relacionados. Hay muchos otros factores que explican porque no hay elefantes
por aquí, por ejemplo que no vivimos en India o África y que tampoco hay un
circo en la ciudad.
Eso que es tan evidente en este caso, no lo tenemos tan claro en otros. De
hecho tenemos la tendencia de relacionar los hechos de dos en dos de forma
directa. Bajan el precio del cine un día y todo el mundo va, eso quiere decir
que si bajasen el precio para siempre, se llenaría todos los días, ¿no? Claro
porque cuando valía 300 pesetas íbamos siete veces a la semana… Cambia el
entrenador del Barça y pierde la liga, será por culpa de Tata. No tiene nada
que ver que el Atlético de Madrid haya hecho la mejor temporada de su historia.
Salen casos de corrupción y tenemos una de las peores crisis de la historia, la
crisis es culpa de la corrupción. ¿Y de los bancos? ¿Y de la gente que pedía un
préstamo para irse de vacaciones a Ribera Maya? ¿Y de todos?
Como pasaba con los elefantes, hay muchas razones que pueden explicar una
situación. Algunas son estúpidas como dar palmas, otras son plausibles como el
precio del cine y otras son muy ciertas. Pero en ningún caso te aseguras de que
sea la única causa de este efecto. Hay toda una ciencia especializada en
encontrar la relación entre dos hechos, la estadística, i de momento solo llega
a descubrir que dos hechos pasan a la vez, correlacionan como dirían los
expertos. La estadística te puede decir que los chicos que beben más leche son
más altos, pero no te sabe explicar si son más altos porque beben más leche que
les hace crecer, o si beben más leche porque son más altos y tienen más sed. Y
en cualquier caso, difícilmente conseguirán aislar los dos hechos del resto de
variables.
¿Y esto a ti para qué te sirve? Pues para que la próxima vez que encuentres
la causa indiscutible de un hecho te tomes una ginquestion de las nuestras: ¿estoy
espantando elefantes?
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