Esta semana una amiga hablaba en su blog de los celos. Creo
que el tema da mucho que pensar. Pensar en como los sientes y que te llevan a
hacer, en lo mal que lo pasas y lo haces pasar, de cómo puedes evitarlo, de
cómo puedes ayudar a evitarlo a otras personas… Como ves, hay tema para varias
entradas y libros (que seguro que hay) pero hoy he decidido que quiero
compartir contigo un truquillo para evitar que tu pareja sienta celos. Otro día
ya hablaremos del resto.
Es verdad que cuando tu pareja siente celos te sientes como
más especial y puede ser hasta divertido. ¿Divertido? Si, como hacer de rabiar
a tu hermano. Pero en el fondo, aunque sea muy poquito, el otro lo está pasando
mal.
Cuando la otra persona siente celos; en parte se siente rechazada por ti. Es como si
estuvieras en otro equipo con otros intereses. Y si dentro de una pareja hay
dos equipos, empieza la competencia, inseguridad, el miedo, etc… una espiral que
ahce que la relación acabe cayendo en barrena. Es como un tumor de la relación.
Voy a presuponer que si tienes pareja es porque
quieres, y por lo tanto querrás
evitar coger un cáncer de pareja.
¿Pero cómo? ¿Le doy explicaciones todo el rato para que se
tranquilice? Pues eso tampoco es muy buena idea. Explicación no pedida,
acusación manifiesta. Al dar explicaciones te estás defendiendo de una
acusación lo cual hace que se presuponga que eres culpable. Eso refuerza tu
sentimiento de culpabilidad y sus celos.
Lo que te propongo hoy lo aprendí de una persona a la que
aprovecho a dedicarle la entrada.
Durante un tiempo tuve una relación a distancia, mucha
distancia. Tanta distancia que decidimos que lo mejor era ser no-novios (que
consiste en actuar como novios cuando hablábamos o nos veíamos, pero tener la
libertad de conocer a otras personas). Como comprenderás, eso de hablar con
alguien a quien quieres, que está en la otra punta del mundo y que además hemos
acordad que puede hacer lo que quiera; es la situación ideal para que se
produzcan celos.
Sin embargo lo supimos llevar bastante bien y creo que eso
se debe en gran medida a su actitud. Ella me enseñó una forma genial de evitar
los celos con tu pareja sin entrar en dar explicaciones o dejar de hacer nada.
Su ‘truco’ consistía en explicarme cualquier cosa que
hubiera hecho, incluso hablándome de otras personas, pero explicarlo de tal
forma que quedase implícito que no había peligro.
Por ejemplo, pongamos que un amigo se pela con su novia y va
a casa de no-novia a hablar hasta las mil. Una forma de explicármelo hubiera
sido:
“Juan se ha peleado con su novia y se ha venido a mi casa.
¡Hemos estado hasta las mil!”
Explicado de esta manera, mi miedo me podría llevar a pensar
que hay un tipo que se ha peleado con su novia (así que igual lo deja con ella)
y se ha ido a casa de mi no-novia (a hacer no sé qué) hasta las mil.
Como ves, no me quedaría muy tranquilo. Sin embargo ella lo
hubiera explicado algo así como:
“Hoy ha venido Juan a casa y hemos estado charlando en el
salón hasta las mil porque se había peleado con su novia y no sabía como
arreglarlo.
Aunque la información sea prácticamente la misma, al decirlo
con estas palabras y con mucha naturalidad, me transmite mucha más seguridad.
¿Porqué? Pues las claves están en:
Naturalidad: Como se trata de una
situación sin peligro, es importante explicarla con naturalidad. Su tono
transmite que no hay motivo para ponerse nerviosa porqué no ha pasado nada
raro.
Dar algunos datos que implican que no hay
peligro: “charlando en el salón” implica que no han subido a la habitación
así que es poco probable que hayan pasado a mayores. Por otro lado, el decir
que “no sabía como arreglarlo” implica que él tipo quiere volver con su novia por lo que no tendría que ser una
amenaza para mí. Lo importante de este punto es no incluir datos explícitos de
que no ha pasado nada. Por ejemplo, haber dicho “no hemos subido a la
habitación a hablar sino que nos hemos quedado en el salón” habría generado
muchas más dudas. Lo ideal es ser
capaz de dar datos de los que SE DEDUZCA que no ha pasado nada.
No excusarse: Como hemos dicho, la
excusa/explicación no es una buena herramienta. Si no ha pasado nada, no hay
porqué excusarse. Evitar los “es que…” o “pensé qué...” que harán que parezca
que has hecho algo que no deberías haber hecho.
Lo hacía así porque es lo natural en una relación sana, confiar en tu pareja y transmitirle confianza es la base de cualquier relación!
ResponderEliminarUn beso muy fuerte y a seguir dando herramientas para ayudarnos a ser tipo/as con suerte! Gracias!