La entrada de hoy se la voy a dedicar a una amiga que es autora de la frase y me surte ideas que contarte bastante a menudo. Va por ti Ana, pa que le puedas decir a tu peque que has salido en un blog de moda ;)
Pues a lo que iba, que eso de sufrir es un atraso enorme. Me da la sensación de que andamos perdidos. Alguien dirá que es fruto de la situación, yo le diría que estamos igual de perdidos que ayer y posiblemente que mañana. Y es que el tema es que hay muchas ideas sueltas por ahí y falta el sentido común para aprovecharlas. Así que aquí va un poquillo de mi sentido común.
Cada vez me doy más cuenta de que se produce un fenómeno (no porque se produzca más sino porque me doy más cuenta): la asimilación social.
Queramos o no, somos seres sociales que necesitamos interactuar. Y lo necesitamos sobretodo para sentirnos bien. Sino prueba de estar una semana sin hablar con nadie.
Interactuar con alguien es mucho más fácil si no tienes conflictos de interés. Y eso te lleva a dos fenómenos. En primer lugar procuras interactuar con gente con tus mismos intereses. En segundo lugar, procuras adaptar tus intereses a los interese de la gente con la que estás. Como consecuencia, sin darte cuenta te vas pareciendo cada vez más a la gente con la que compartes tu día a día.
Eso te ayuda a evitar conflictos y malos rollos externos lo cual no es malo. Lo que empieza a ser malo es que, por encajar, te olvides de cuales eran tus intereses, lo que tú querías.
Y como eso pasa bastante, a algunas personas les nace un sentimiento de diferenciación. Queremos ser diferentes y no queremos que la sociedad controle nuestras vidas. Así es como empezamos a luchar por nuestra individualidad.
Pero como seguimos siendo seres sociales, nos juntamos con otra gente en grupos para luchar contra la sociedad. Y sin darnos cuenta, nos hemos convertido en fotocopias otra vez, ahora en modelo antisistema.
¿Y porqué pasa eso? Seguro que hay mucho escrito sobre el tema pero, hasta que lo lea, yo diría que nos equivocamos al definir nuestra individualidad en función de los demás. Definimos nuestra independencia fijándonos en si actuamos o pensamos como los demás.
Pero lo que no nos damos cuenta es que la individualidad se tiene que mirar de forma individual (perdón por el juego de palabras). No se trata de ver que hace los demás para hacer lo mismo o hacer lo contrario, se trata de mirarse uno mismo y preguntarse ¿Y yo que coño quiero hacer?
Parece que la moda de ahora es todo lo natural. Alimentos naturales, remedios naturales... Nada de aditivos, remedios naturales, etc… Y cuando oyes las explicaciones que te da la gente me suenan a cuento chino. Me parece que la gente no se ha preguntado ¿Pero yo quiero ir a comer al Mc Donalds o no?
Y aquí es cuando mi amiga Ana me da una lección de individualidad. En medio de esta moda del naturalismo que dice no a los medicamentos, ella, que tiene un dolor de espalda de escándalo, dice: Yo quiero que me pongan una inyección de esas que lo curan todo porque para mi, eso de sufrir es un atraso.
Así que seas naturalista, capitalista, feminista, machista, progresista, artista, revista, entrevista o flautista; pregúntate ¿yo qué coño quiero? Y así estarás seguro de ser tú mismo.
jejejejeje! jeringazos para todos! :) muy bueno
ResponderEliminarMuchas gracias!!!
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